Ventiladores asesinos o la percepción del riesgo

Hay un país donde se cree que los ventiladores eléctricos pueden provocar la muerte. Niños y ancianos son las principales victimas. Las causas no están claras pero no debemos preocuparnos porque el gobierno de Corea del Sur, empujado por su opinión pública, ya ha tomado medidas legales para reducir el riesgo.

Cuando alguien fallece de forma inesperada, especialmente si es tan frágil y querido como un bebe, tenemos la necesidad de buscar una causa que nos permita comprenderlo. Y si podemos encontrar un culpable aún mejor. En Corea del sur,  los ventiladores ocupan un lugar preponderante. Desde hace 20 años, la opinión pública esta convencida de que los ventiladores eléctricos causan una decena de muertes cada año. En el país con la mejor puntuación en el informe Pisa, también hay sitio para creencias irracionales.

Los defensores del ventilador asesino tienen diversas teorías para justificar su peligro. La primera sería la  hipotermia debido a un enfriamiento tan rápido que la baja temperatura corporal provoca un fallo multiorgánico en niños y ancianos. Algo absurdo ya que un ventilador mueve el aire pero no lo enfría. Otra opción sería la asfixia por la acumulación de dióxido de carbono pero un ventilador no lo genera y el movimiento tiende a evitar concentraciones puntuales. También se menciona la deshidratación favorecida por el flujo de aire aunque eso parece muy difícil en un espacio cerrado. En cualquier caso, las recomendaciones son claras. No utilizar ventiladores en habitaciones cerradas y reducir su uso a un máximo de dos horas. Los periódicos y medios de comunicación locales repiten estas historias sin criticarlas lo que aumenta la confianza de los ciudadanos en su veracidad. Políticos y administraciones mal informadas promueven la inclusión de advertencias en las instrucciones de los equipos. Los típicos consejos bienintencionados con precauciones que “no hacen daño” pero, en realidad, contribuyen a aumentar el miedo.

Ventilador coreano con temporizador. Via: I live in Korea
 

Ninguna de estas explicaciones resiste un análisis médico objetivo. Pero, como ese no mi campo, prefiero centrar mi argumento en un punto más simple. Como dicen en Snopes, Corea del sur es el único país donde existe ese miedo. De hecho, Corea del sur es el único país donde la gente parece morir a causa de los ventiladores. Una injustifica asociación causa-efecto, “murió con el ventilador encendido luego el ventilador debe tener la culpa” y mucha propaganda en los medios parecen ser los responsables de la histeria.

Supongo que debemos dar gracias de que el idioma coreano actúe como barrera y limite su propagación en otros países. ¿Os parecen una idea absurda? Tal vez. Pero en lugar de sonreír ante la ingenuidad de estos planteamientos debemos hacer autocrítica recordando nuestros propios miedos. Desde los peligros que se imputaban inicialmente al ferrocarril a la actual preocupación por una supuesta hipersensibilidad electromagnética. El sufrimiento puede ser real, tanto como las muertes mencionadas, pero confundir su origen no ayuda a eliminarlo. Y esa costumbre no es sólo de los coreanos.