Hasta ahora solo tenemos motores que no somos capaces de construir, combustibles difíciles de obtener o diseños basados en la explosión de cientos de bombas nucleares. En estas circunstancias no es extraño que los diseñadores (o debería decir soñadores) estudiasen prescindir tanto de motores como del combustible. Por ejemplo utilizando velas y buscando algún tipo de “viento” que pudiese impulsarlas.
Las combinaciones son más numerosas de lo que parece. Las primeras propuestas se basaron en la utilización de la presión de la radiación solar para impulsar velas finas y muy ligeras. El mecanismo es sencillo, reflejar la luz del Sol produce un pequeñisimo empuje pero que puede ser suficiente a largo plazo. Cuando esto no es suficiente siempre queda la opción de utilizar potentes fuentes de radiación artificiales basadas en el sistema solar para empujar las velas hacia las estrellas cercanas. Se han propuesto varios diseños de velas-láser o velas impulsadas por microondas como el Starwisp de Robert Forward.
Pero el sol no emite solo radiación también partículas cargadas, básicamente protones, a gran velocidad. Es el denominado viento solar y también es posible diseñar una vela para recoger su impulso. En realidad hay dos tipos de vela que podrían hacerlo.
- Una vela magnética: En este caso se trataría de una burbuja de plasma generada alrededor de la nave. Los diseños actuales, como el M2P2, están pensados para viajes dentro del sistema solar pero sería relativamente sencillo modificarlos para aumentar su velocidad y alcance.
- Una vela eléctrica: Aquí se utiliza un campo eléctrico estático creado por una serie de hilos conductores cargados. Un pequeño cañón de electrones se encarga de mantenerlos con una carga positiva que frene al viento solar y empuje a la vela.
También aquí existe una versión más potente que utiliza un chorro de plasma mucho mas potente que el viento solar. Magbeam es un diseño de este tipo que ya esta siendo estudiado por la NASA como alternativa para un futuro viaje a Marte. Y como comentamos en una entrada anterior, una ventaja añadida es que también protegerían a los instrumentos de la radiación.
¿Y una vez alejados del sol? Las propuestas iniciales suponían que la nave habría alcanzado suficiente velocidad para no necesitar propulsión adicional. Sin embargo, también existente un par de diseños para velas “autopropulsadas”. El primero utiliza una vela recubierta de un material radiactivo por una de sus caras . La radiación emitida en forma de partículas a enorme velocidad actuaría como motor, con una relación peso/potencia que solo un motor de antimateria podría mejorar. Es otro diseño propuesto por Robert Forward. Y si queremos aun mas potencia, siempre es posible utilizar algo de antimateria para acelerar la fisión como en este diseño financiado por la NASA.
Todo tipo de velas que aún tienen una serie de problemas no resueltos en su contrucción y despliegue. Sin embargo, son diseños prometedores que puede ser ensayados a pequeña escala dentro del sistema solar. Quizás en un futuro viaje a Marte.
Esta en la tercera parte de una serie que empieza con:
Alcanzar las estrellas I: Ahora tenemos la bomba
Alcanzar las estrellas II: Motores y combustibles
Alcanzar las estrellas III: Una gran variedad de velas
Alcanzar las estrellas IV: Combustible en el camino
.