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FOCAL: Utilizando una lente tan grande como nuestro sol

(15/02/2010)

Los telescopios crecen y crecen sin cesar por una buena razón. A mayor tamaño, más fotones son capturados y es posible observar objetos más lejanos y más débiles.  Pero existen límites a lo que podemos construir. Una alternativa es utilizar el sol como lente para un telescopio insuperable dentro de nuestro sistema solar.

Como bien saben los aficionados a la fotografía y astronomía, el foco es el punto donde convergen los rayos de luz originados desde el objeto que quieren observar. Para lograr esta convergencia se utilizan lentes que alteran la trayectoria de los rayos de luz. Un ejemplo seria una lupa. Podemos orientarla al sol y, ajustando la distancia, concentrar en un  pequeño punto la radiación recogida por la lente.  Y provocar un pequeño incendio si no tenemos cuidado.

Pero no solo una lente puede concentrar la luz. Einstein demostró que la gravedad también puede alterar la trayectoria de una radiación electromagnética. Y en últimos años, las lentes gravitacionales se han convertido en una importante herramientas para los astrónomos. Utilizando agrupaciones de galaxias como lente ha sido posible obtener imágenes de las galaxias más lejanas. Seria muy interesante utilizar este tipo de lentes para observar posibles planetas en estrellas cercanas o detalles de nuestra propia galaxia. Y el Sol es la mejor herramienta para ello, porque su gravedad es suficiente para cambiar de forma significativa la trayectoria de las radiaciones que pasan en sus cercanías. Esta es la idea tras una  serie de conceptos conocidos como  misiones FOCAL.

 


Lente gravitacional. Fuente: Wikipedia
 


Utilizar al Sol tiene algunas peculiaridades y no pocos problemas. Por ejemplo,  el foco no es un punto exacto, mas bien hay infinitos puntos válidos Y los electrones de la corona provocan una dispersión que se opone a este efecto. Además una lente tan grande, tiene una distancia focal  igual de gigantesca. Un telescopio que aprovechase este efecto debería situarse entre 550 a 1000 unidades astronómicas  del Sol. Esto es entre 550 y 1000  veces la distancia entre la Tierra y el Sol que son casi 150 millones de kilómetros. Una distancia realmente enorme y mucho mayor que la recorrida por cualquier sonda espacial enviada hasta ahora. Si la recompensa es enorme, también lo es el reto tecnológico. Aún así hay diseños realistas como la sonda TAU (Thousand Astronomical Unit)  que podría construirse con tecnología disponible ahora mismo.

Para aquellos interesados en una explicación técnica detallada, y mucho mejor que la mía, os aconsejo ver la conferencia SETI de Claudio Maccone,  uno de los principales investigadores que trabajan en el tema.  (1 hora y 23 minutos).

 

Aunque las  aplicaciones astronómicas son las más estudiadas, este sistema también podría utilizarse para   comunicaciones entre estrellas cercanas  mediante transmisores muy poco potentes. Y probablemente haya mas aplicaciones esperando ser descubiertas. Quizás a finales del siglo XXI, esta órbita se considere tan interesante como la órbita geoestacionaria.


 

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