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Viernes - 19.Abril.2024

Sigue moviéndote o muere

(02/06/2008)

Esta vez no es un autobús ni estamos en una película. Nuestro protagonista es un tiburón y es mejor que siga moviéndose. Porque su respiración, el oxigeno que necesita, solo seguirá fluyendo si esta en movimiento.

Respirar sin esfuerzo es algo imposible. Los humanos podemos respirar sin un esfuerzo consciente porque hay músculos que se encargan del trabajo de forma automática. Se trata del diafragma, un potente músculo que trabaja tanto o más que el corazón para permitirnos seguir viviendo. Su función es comprimir los pulmones para desplazar el aire de su interior e intercambiarlo con el exterior. Este método, en diversas variantes, es empleado por todos los mamíferos y algunas aves.  Y tiene un coste porque es necesaria una importante cantidad de energía para realizarlo.

La mayoría de los tiburones desarrollaron otra posibilidad. Al vivir en el agua  utilizan branquias en lugar de pulmones  y el fluido a mover es el agua pero la idea es la misma. Es necesario que el agua empobrecida en oxigeno se mueva y sea sustituida por agua con una mayor concentración de oxigeno. Para ello simplemente abren la boca mientras nadan en busca de presas. El propio movimiento del animal hace el agua fluya atravesándola en dirección a las branquias donde se produce el intercambio de gases. Así una boca abierta, que puede parecernos amenazadora, solo es una adaptación para ahorrar energía. Incluso se han observado tiburones apoyados en el fondo donde una corriente de agua les permite obtener el oxigeno sin esfuerzo. Algunos peces como los atunes comparten el mismo mecanismo.

El resto de los peces, especialmente los que se mantienen quietos en el fondo,  utilizan músculos para impulsar el agua. Tampoco los tiburones prescinden totalmente de ellos.  El reparto entre un sistema y otro varia entre las cerca de 400 especies de tiburones. Cuanto mas activo, mayor es el flujo de agua causado por el movimiento y hay menos necesidad de gastar energía utilizando los músculos. Algunas especies son capaces de prescindir casi totalmente de ellos.

A cambio de toda esa eficacia hay un importante problema a resolver. No puedes dormir en movimiento. O tal vez si. Se sabe que  los delfines consiguen dormir un solo hemisferio del cerebro  manteniendo el otro activo para nadar hasta la superficie a respirar y vigilar la aparición de cualquier amenaza. Sin embargo en el caso de los tiburones el mecanismo no esta tan claro.   Aún no sabemos si duermen o como lo hacen. Sea cual sea la solución parece que ha tenido éxito porque los tiburones llevan más de 300 millones de años nadando y cazando casi sin rival.
 

Etiquetas: biología
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