Sobre el tiempo: cosmología y cultura en el crepúsculo del Big Bang

He utilizado el titulo original de este libro para la anotación. Es una lastima que, en España, se haya cambiado por “El fin del principio”. Creo que el original transmite mejor su contenido y las aspiraciones, generosas,  del autor. Este libro intenta explicar los cambios en nuestra cultura y visión del universo basándose en la evolución del concepto del tiempo. Un autentico reto para un concepto muy difícil de transmitir.

 

“El fin del principio”. es otro obsequio de la editorial Ariel y pertenece a su colección sobre ciencia. El autor es Adam Frank, un astrofísico norteamericano que divide su tiempo entre escribir programas informáticos para simular la dinámica de fluidos y escribir libros sobre la relación entre ciencia, cultura y religión. Una combinación curiosa se mire por donde se mire.

 

Su objetivo con este libro es hacernos entender que es el tiempo. No en base a explicaciones o definiciones sino recordando como lo hemos ido descubriendo, definiendo y matizando durante milenios. Desde las divisiones más básicas e intuitivas, como un año, un mes (lunar) o un día, hasta conceptos como el tiempo de Planck que solo pueden entenderse como parte de la mecánica cuántica. Cada definición lleva asociado un nivel de comprensión de nuestro universo que marca a la sociedad donde aparece. El ejemplo más claro es una sencilla pregunta,  ¿tiene sentido decir que son las 13:17 si utilizas un reloj solar poco preciso? Ese nivel de precisión implica cambios en la tecnología pero también cambios en el ritmo de nuestra vida cotidiana. Seguro que un retraso de cinco minutos en el comienzo una reunión tenia muy poca importancia en la Edad Media

 

 

Reloj de la catedral de Salisbury. 

Carecía de aguja y se limitaban a sonar para dar la hora.

Fuente: Wikipedia

 

El esquema argumental es sencillo. Se trata de un viaje prolongado, desde el paleolítico hasta nuestros días, con diversas  anécdotas que van desgranando nuestra relación con el concepto del tiempo y como nos afecta su cambio. El tiempo marca las cosechas, las festividades pero también nuestra visión del mundo mediante mitos religiosos o teorías científicas. Conforme aumenta nuestra habilidad para medir el tiempo, conseguimos resolver problemas como el problema de la longitud, avanzamos por la revolución industrial con sus rígidos horarios de trabajo o descubrimos nuestro lugar en el universo. Sin duda, medir el tiempo con mayor precisión nos ha proporcionado increíbles avances, como el sistema G.P.S.  y, sin embargo, seguimos sin tener del todo claro como definirlo. De hecho, el libro termina presentando algunas de las nuevas teorías físicas que intentar explicar que es el tiempo o porque percibimos que avanza.

 

El punto más débil del libro, a mí entender, es que los cambios en el concepto del tiempo no son suficientes para trazar una evolución coherente y completa de la cultura humana. Esto hace que nos quedemos con retazos concretos, sugerentes pero incompletos, donde se mezclan historia, cambios culturales y desarrollos científicos. No hay espacio para profundizar en cada tema. Tal vez por eso, el libro nos cuenta el impacto de la radio y sus horarios fijos con el mismo detalle que los descubrimientos de Edwin Hubble. La película “Algo para recordar” y la extensión del programa Outlook son tratados con igual respeto que Alan Guth y el modelo inflacionista. El resultado es algo parecido a una macedonia llena de todo tipo de frutas. No esta enlazado del todo pero forma un conjunto coherente. Hay trozos que gustan más y trozos que gustan menos pero la mezcla hace te guste. 

 

En conjunto, un libro recomendable y con un planteamiento bastante original. He disfrutado descubriendo algunas historias que probablemente acaben apareciendo como anotaciones en este blog. Si no me falta el tiempo.