¿Alguien se acuerda del bioetanol? ¿De los motores flexi-fuel capaces de utilizar gasolina y combustibles naturales? Hace apenas 3 o 4 años parecían tener un futuro claro e incontestable. La crisis económica, el coste de adaptar motores e infraestructuras y la bajada del petróleo han hecho que los olvidemos. Sin embargo, puede ser un olvido temporal y algunas empresas estan trabajando para aprovechar una nueva oportunidad. Si es que aparece.
Hace unos años el etanol se planteo como alternativa a la gasolina. Era una opción relativamente sencilla de producir ya que el etanol es el mismo alcohol que podemos encontrar en las botellas de cualquier bar. Sin embargo, no es la mejor elección como combustible. Para empezar, el etanol se mezcla muy fácilmente con el agua. Eso es bueno en una bebida, nos ayuda a rebajarla, pero no en un combustible que tiene que ser lo mas puro posible. También requiere modificar juntas y conducciones ya que las utilizadas actualmente pueden dañarse y ocasionar fugas. Y no solo en los motores sino en toda la infraestructura de gasolineras, depósitos y líneas de transporte. Debido a esto, el etanol solo se utiliza mezclado con la gasolina y en porcentajes pequeños. Sustituir totalmente a la gasolina implicaría grandes inversiones y, una vez que el petróleo disminuyo su precio, las razones para ellas se redujeron.
Pero el problema sigue existiendo. El precio del petróleo sigue alto, incluso en un momento de recesión económica como el actual. Cuando la economía se recupere, es previsible que vuelvan los aumentos de precio. Por eso, se esta trabajando para encontrar alternativas. El butanol tiene muchas ventajas sobre el etanol y podría ser una buena opción. Se trata de una molécula similar al etanol pero, en lugar de dos átomos de carbono, tiene cuatro Es una cadena mas larga, con mayor densidad energética y menos soluble en agua. En general, sus propiedades son mucho más similares a la gasolina. Eso permite utilizar depósitos y conducciones sin modificaciones. Incluso motores normales, tras ajustar ligeramente la inyección. Sólo tiene un pequeño problema, que comparte con el etanol, ¿de donde lo sacamos?
Gas natural desperdiciado. Fuente: El Porvenir
Actualmente se trabaja en dos líneas principales. La primera utiliza el gas natural. Es un combustible menos utilizado que el petróleo y con mayores reservas. Y bastante desaprovechado. Aún existen muchos pozos de extracción donde no se dispone de un gaseoducto cercano y se sigue quemando a la atmósfera, formando las clásicas llamaradas que aparecen en muchas películas. Convertido en butanol es posible transportarlo aprovechando los mismos oleoductos utilizados con el petróleo. Por otro lado, diversas empresas, incluyendo gigantes como Du Pont y BP, están trabajando en plantas de prueba que producen butanol a partir de biomasa. Para evitar las mismas criticas que recibio el etanol la materia prima son algas, celulosa o bien residuos no utilizados en alimentación como los procedentes de la producción de whisky.
Recordando el pequeño “fiasco” de los motores flexi-fuel creo que nos esperan tiempos interesantes. Y complicados. Los automóviles puramente eléctricos no disponen de la autonomía suficiente para trayectos largos. Tampoco parecen útiles para el transporte de mercancías por carretera. Aún así muchos expertos predicen que, dentro de pocos años, la gran mayoría de los vehículos serán impulsados por motores eléctricos. El problema es saber de donde saldrá esa electricidad. ¿Solo baterías como en Nissan Leaf? ¿minigeneradores de gasolina como en el Opel Ampera? ¿Células de combustible como en el modelo FCX-Clarity de Honda? Los próximos años prometen ser apasionantes pero mejor tener cuidado con lo que se compra.